Hoy nos hemos levantado pronto para hacer una excursión en catamarán para ver ballenas y hacer alguna actividad lúdica.
Hemos subido al autobus con un grupo de catalanas y catalanes ya entradas en años y ya desde el primer momento nos estaban dando la mañana. Ya no solo porque utilizan el catalán cuando les de la gana, tambien porque son españoles a conveniencia, además en este caso tenian mas derechos que el resto de personas que estabamos en el autobus. La situación fue la siguiente: El autobus tenía que ir recorriendo distintos hoteles para recoger a gran parte de los ocupantes del catamaran, pues bien, ya en la primera parada una de las catalanas, la mas grande, fea y gorda empezo a gritar desde atras del autobus al conductor:
- Pero no vamos directos al puerto?
A lo que otra de las catalanas dijo:
- Esto parece Autobuses Pepa, que para en rodos sos sitios
Parece que se iban calentando en cada parada que hacíamos, y los gritos de la energumena mas fuertes. Y todos los comentarios de sus conversaciones particulares en voz alta, parecian los únicos del autobus.
Comentario de Catalana: Mira lo que ponen en las ballas, alambre de espino
Rafa me dice en conversación particular: que son concertinas, como las que ponen en Ceuta y Melilla
Yo le comento: A ver si es lo que vamos a tener que poner pronto en la nueva frontera.
Y el autobus seguía haciendo paradas.
Ya por fin llegamos al puerto, pero la catalana grande, fea y gorda seguía quejandose en un perfecto castellano:
- Porque nosotros hemos contratado las excursiones con trasporte particular, y se lo decía al pobre conductor y a los responsables de catamarán.
Rafa y yo estábamos de acuerdo a que en el próximo comentario que hiciera en voz alta, la íbamos a responder, pues nos estaba calentando a nosotros. Tuvimos suerte y ya en el Catamarán se calmó y todo se olvidó.
NOTA: En ningún momento he querido ofender a los catalanes, esta anecdota ocurrió con catalanes, pero podrían haber sido de otro lugar. Simplemente quería hacer referencia a la mala educación de estas personas.
El día parecía que no acompañaba para la navegación, pues de fondo se veia tormenta. Navegamos cerca de la playa de Manuel Antonio, al lado de las islas que hay allí, un paraje precioso.
Ya nos estabamos poniendo un poco nerviosos, pues pasaba el tiempo, pero no veíamos nada en el mar. Unos chicos Costarricense animaban la mañana, y uno de ellos entabló conversacion con nosotros, pue el era de barça y como nosotros eramos de Madrid, pues intentaba meterse con nosotros, pero de bien rollo, luego resultaba que trabajaba en nuestro hotel, je.
Ya nos estabamos impacientado y todos levantados en la parte delantera del catamarán, de repente aparecio el lomo de una de las ballenas y comenzamos a gritar emocionados ¡ahí está! estaban a unos 25m. El guia del barco indicó que eran la madre y la cría y que estando la cria podriamos verlas en varias ocasiones, pues tienen que subir a respirar con mas frecuencia que si solo estuviera el adulto. Esa era la ventaja, si hubieran sido solo machos el tiempo para salir a la superficie podia ser de 20 minutos, aunque habria sido mucho mas expectacular por los saltos que pegan.
Vimos las ballenas como en 4 ocasiones, después fuimos a hacer un poco de snorkeling, aunque el mar estaba turbio.
El costaricense del hotel me dio una galleta y me dijo que la apretara fuerte y luego se la diera a los peces, ese fue el truco para que se me acercaran tantos peces cerca de mi, incluso me daban pequeños mordisquitos en los dedos.
Con la comida de dedos, ya me di por conforme en el snorkel y me dispuse a hacer tobogán y para finalizar me tiré de cabeza desde el techo del catamarán. Gran ERROR, pues aunque me tiré relativamente bien, no junté bien las manos y al hacer contacto con el agua, el hombro derecho se me resintio y me hice bastante daño. He pasado una noche de muchos dolores.
Como en caliente parecia que no me dolía mucho continuamos el día con la comida en el barco y posteriormente visita a la playa del hotel, una pequeña cala muy bonita y tranquila, uno de esos lugares que suelen salir en las fotos de los catalogos de los viajes.
Para finalizar el día nos fuimos a dar un paseo por la selva del hotel, y así intentar ver alguna ave que no habíamos podido ver estos días, como tucanes, loros o periquitos, pero vimos poca cosa, un mono cara blanca y poco mas.